Rechazaron las demandas de Trump para detener el recuento de votos

 Rechazaron las demandas de Trump para detener el recuento de votos

Jueces de Michigan, Pennsylvania y Georgia no aceptaron los recursos judiciales presentados por el actual presidente y se seguirán contando los votos en los tres estados claves.

En medio de la serie de decisiones judiciales, la campaña de Trump emitió un comunicado para dejar claro que seguirá adelante con su estrategia de judicialización de los resultados: «Si cuentan los votos legales, ¡fácilmente gano la elección! Si cuentan los votos ilegales y tardíos, ¡nos pueden robar la elección!»

De todas formas, en Michigan, la jueza Cynthia Stephens señaló que la acusada por la campaña del mandatario, la Secretaria de Estado Jocelyn Benson, es la persona equivocada para demandar porque no controla la logística del conteo de las boletas locales, y agregó que planea emitir un fallo por escrito el viernes.

Por otra parte, ayer el jefe de campaña de Trump, Bill Stepien, pidió que se detenga el conteo argumentando que a la campaña no se le ha “dado acceso a numerosos centros de votación para observar el proceso de apertura de boletas y el conteo”.
Y en consecuencia, solicitó que se detenga el proceso “hasta que se conceda el acceso”.

Esta es la segunda demanda que ha perdió la campaña de Trump en sus intentos de desafiar el escrutinio en varios estados clave, tras la derrota de su querella en Georgia.

Sin embargo, sí ganó la demanda en Pensilvania; donde el fallo de la Corte de la Mancomunidad estatal le permite a los observadores de su equipo de campaña supervisar más de cerca el conteo de votos, pero no detiene el escrutinio ni invalida ninguna parte del cómputo que se ha hecho hasta el momento.

A pesar de ello, ninguno de los reveses judiciales de hoy parecen haber desanimado la estrategia oficialista de intentar desafiar el escrutinio en las cortes.

Al mismo tiempo que Nevada retomaba el escrutinio, referentes republicanos cercanos a Trump denunciaron hoy en ese estado la existencia de miles de «votos ilegales», acusaron al Gobierno demócrata de no permitirles analizarlos y presentaron una demanda ante la Justicia para que no sean contados en el escrutinio oficial.