Ansiedad en tiempos de Coronavirus

 Ansiedad en tiempos de Coronavirus

La crisis global que atraviesa el mundo no sólo incluye vertiginosos cambios políticos y sociales, sino que también afecta a la familia, a la pareja y al individuo. Esta crisis, que podríamos denominar “de última generación”, pone en marcha un círculo vicioso, una espiral que se retroalimenta permanentemente.

La ansiedad es un estado mental que se caracteriza por una gran inquietud, una intensa excitación y una extrema inseguridad. Está la ansiedad propia de cada persona más la externa global, ambas interactuando adentro nuestro.

La crisis del CoronaVirus nos pone en clara evidencia el nivel de dependencia que tenemos. El virus atentó contra todos, no distingue países, clases sociales ni puestos de poder.

Siendo el aislamiento casi la única vacuna, estamos todos en jaque de igual manera. Nunca hubo en la historia una cuarentena global como esta. Nos movió las estanterías y nos cambió toda nuestra escala de valores, replanteando el estilo de vida que llevamos y nuestros afectos.

Nos estamos mirando entre vecinos con aplausos en los balcones y gracias a la tecnología, con el mundo todo. Hay una nueva solidaridad global. Lo afectivo ayuda muchísimo a compartir y mitigar el nivel de ansiedad. El aislamiento es solo físico, incrementado por las nuevas vías de comunicación.

Con la hiperconectividad actual, debemos poner un filtro y dosificar la sobre-información, frenando la ahora llamada “infodemia”. El miedo también es un virus que erosiona nuestra alma y nuestras defensas, bajando nuestra “gammaglobulina emocional” que maneja nuestra inmunidad natural.

La ansiedad también esta generada por los miedos, que nos ponen en un estado de alerta permanente. Un mayor control de la situación nos generaría mayor certeza y tranquilidad. El CoronaVirus, de última generación y sin precedentes, lo vamos conociendo de a poco, mientras se van encontrando caminos hacia la prevención y curación.

Los seres humanos difícilmente hacemos un replanteo de nuestras metas cuando todo sale tal cual esperábamos. Si vamos en piloto automático ni siquiera nos ponemos a pensar en los demás. Sin crisis no hay cambios profundos que nos hagan crecer. Con el CoronaVirus, cambiamos la escala de valores, nos solidarizamos y buscamos soluciones comunes. La buena noticia es que a las crisis las podemos convertir en oportunidad de crecimiento y emerger fortalecidos de ellas.

por BEATRIZ GOLDBERG

Licenciada en Psicología