Desempolvar los vínculos

 Desempolvar los vínculos

Hoy a la mañana, miré una foto en mi escritorio. Una foto regalada por un exalumno ante su egreso. En esa foto estamos los dos, y rememora tres años de camino andado, tres años de acompañamiento cercano. Tres años de un vínculo intenso, lleno de abrazos, de alegrías y de llantos compartidos. El de la foto es mi querido Manu, pero podrían ser muchos otros queridos exalumnos, que en esa foto se representan…

De repente noté que el vidrio tenía una manchita, y como estaba con tiempo, al instante me encontré desarmando el marco y sacando la foto. Limpié el vidrio, que con solo dos años y algo se había puesto turbio. Y yo, no me había dado cuenta. Antes de volver a armar el marco, me puse a contemplar la foto. Me había olvidado el brillo que tenía, la claridad de los colores, los detalles…

Y me llevó a contemplar el vínculo… los vínculos…

Sin que yo lo notara en el día a día, la foto, plena de brillo y color, sin el filtro del vidrio sucio, se había vuelto opaca. Y yo, sin percatarme, seguía mis actividades cotidianas. La foto, siempre frente a mí, acompañando muchos de mis momentos, iba perdiendo su brillo, imperceptiblemente. ¿No nos pasará lo mismo con muchos de nuestros vínculos? ¿No sería bueno proponernos, cada tanto, “sacar el vidrio” y devolverle a la relación todo su esplendor?

¡Cómo cambiaría nuestro día a día, si pudiéramos encontrarnos a fondo con nuestros vínculos, “desempolvándolos”!

Que ni la Pandemia ni nada, nos impida volver a los afectos, volver a los vínculos, y, periódicamente, revisar y ver cómo andan. Que el polvo no inunde nuestro corazón, y vayan quedando sepultados u olvidados, nuestros afectos. Son lo mejor que tenemos y la base de nuestra felicidad.

por JULIO BERNALDO DE QUIROS

Lic. en Administración Agraria, Padre y Docente