Menem

 Menem

Que nos deja como argentinos Carlos Saúl Menem y la actitud honesta de Río Tercero.

Fue un símbolo, la expresión de la vocación colonial que Irigoyen, Perón y  los conservadores habían impedido. A Perón lo enfrenta la derecha gorila y la guerrilla, Menem es la síntesis de esos dos males. Perón escribió un libro al que tituló Los vendepatrias, fue una premonición. Caía el muro de Berlín, Consenso de Washington, teoría de destrucción del estado. Alfonsín fue el último que intentó defender el poder político sobre los negocios. Menem les regaló el Estado a los ricos, cosa de poder tener grandes fortunas sin generar riquezas, apropiándose de lo construido por todos, el gas, la luz, los transportes, el juego, los aeropuertos, el estado privatizado para convertir al ciudadano en esclavo de los nuevos dueños. Solo pagaron con coimas aquello que todos los argentinos habían construido, todos, los radicales y los peronistas como los golpistas, Lanusse fue más patriota que muchos demócratas. Cedimos la voluntad de ser Nación para asumir la debilidad de ser colonia. Algún inocente se refiere a la inflación cero o a los ingresos de esos tiempos, cualquiera que venda lo heredado vivirá de sus rentas mientras dure, hasta que se le acabe, y queda la deuda y la dependencia. Fue un símbolo, España salía a conquistar con el relato del “Quinto Centenario”, se compraron todo, el Rey defendía su patria, los nuestros la regalaban a pura comisión por el obsequio. Martínez de Hoz inicia un proceso donde asesinan para vivir de rentas, bancos y financieras se multiplican, si ganan se la llevan, si pierden lo pagamos todos. Esa política se consolida con Menem, a Bernardo Neustadt le pagaban un millón de dólares por mes para que convenza de la virtud de privatizar, regalar lo de todos a los nuevos “inversores”.

Menem regaló el Estado a los ricos 

Ideología de vencedores, visión de gerentes, los negocios son más importantes que la producción. Fabricábamos aviones, locomotoras, vagones, tractores, coches, motos, todo eso regalado y destruido para que puedan comprar y cobrar comisión. Sin pensar en los caídos por la destrucción de la industria que todo pueblo protege. La mirada liberal de mercado se convirtió en la única vigente, los nuevos ricos son los avisadores, los que pensamos distinto, la política en serio, solo un decorado de los negocios.

En cuarenta y cinco años pasamos del tres por ciento de pobreza al cincuenta por ciento de hoy, la dictadura y Menem fueron centrales en esa destrucción, los Kirchner fueron una continuación de esa decadencia, la actual conducción no se diferencia demasiado y como todos, va a profundizar la pobreza y la deuda externa.

En cuarenta y cinco años pasamos del tres por ciento de pobreza al cincuenta por ciento de hoy.

Menen deja un modelo inviable que solo pude generar pobreza, el liberalismo que incita a la producción es necesario, el financiero, intermediario e improductivo, ese que hoy nos conduce, de nada sirve a los pueblos.

Menem fue la continuación de la dictadura, y no se ven en el horizonte político quienes tengan voluntad de enfrentar el sistema.  Al menos por ahora. Fui dos años parte de su gobierno, impulsamos el plan Bunge y Born, una idea de empresariado nacional productivo. Ganaron las empresas extranjeras, la visión colonial de las “relaciones carnales”, miles de nuevos ricos, muchos de ellos cercanos a la política, millones de nuevos pobres, muchos de ellos lo habían votado.

Río Tercero fue más honesto que muchos, el dolor popular fue casi inexistente, la miseria disuelve lealtades

La historia suele ser justiciera, tanto hablar mal de Alfonsín y este termina ocupando un lugar de dignidad mientras quienes traicionaron los ideales del peronismo y del radicalismo, de toda versión patriótica, no pueden resistir el paso del tiempo.

Los países hermanos crecen mientras nosotros nos hundimos, estoy convencido que ese logro es mitad de la dictadura y otra mitad de Carlos Menem. Río Tercero fue más honesto que muchos, el dolor popular fue casi inexistente, la miseria disuelve lealtades.

por JULIO BÁRBARO

Politólogo y Escritor. Fue diputado nacional, secretario de Cultura e interventor del Comfer.