Los viajes y la vacuna

 Los viajes y la vacuna

Mientras los titulares sobre la obligatoriedad de la vacuna COVID-19 para viajar aumentan en todo el mundo, las líneas de cruceros, aerolíneas y hotelería o empresas de entretenimiento discuten sobre la necesidad de exigir o no vacunas a sus clientes y conseguirlas para su personal.

Si bien las vacunas se han convertido en un producto requerido en la mayor parte del mundo, una parte de la población sigue dudando en aplicársela. Sin embargo, a pesar de la vacilación y la escasez de vacunas, las empresas prestadoras ya están considerando los requisitos de vacunas tanto para los clientes como para los empleados; algunas incluso ya han anunciado nuevas políticas en este sentido.

Casi todas voces, creen que la vacuna abre un camino para intentar normalizar la actividad, pero la opinión de agentes de viajes y viajeros no es uniforme.

Tanto agencias como consumidores no dudan en señalar que la seguridad es la principal preocupación, seguida de la económica.

No obstante al no ser obligatoria la aplicación de la vacuna, se duda de la real efectividad ya que siempre habrá un sector de la población con riesgo de contagio.

Entre el público hay coincidencia que es positivo recibir la vacuna como una elección personal, y no una obligación y señalan que cada persona tiene que considerar el riesgo de contraer la enfermedad y tomar la decisión que considere. Este concepto tiene como debilidad que cuando una persona se contagia, no solo se afecta a si mismo, sino que contagia a otros.

Sobre el requerimiento de estar vacunado para viajar, será de muy difícil cumplimiento ya que al ser hoy la distribución de la vacuna limitada, la obligatoriedad de tenerla aplicada para entrar a un país o un hotel será muy difícil de concretar en el corto/ mediano plazo. Esto sin contar con que aun las vacunas no están aprobadas para todas las poblaciones de pacientes, como lo que tienen algún tipo de riesgo o los niños.

Diferentes organizaciones de salud del mundo, insisten en que las habituales mutaciones de los virus, dificultan el desarrollo de vacunas realmente eficaces. Todas insisten que los protocolos de limpieza sólidos, los sistemas de filtración de aire efectivos, el lavado de manos, el uso de tapabocas, los controles y las pruebas de síntomas deben continuar siendo el enfoque principal para detener la propagación de la enfermedad para quienes eligen o necesitan viajar y para los que no.

Muchos insisten que, en la medida que las vacunas sigan siendo difíciles de alcanzar para muchos, para los que viajen sería más efectivo uniformar criterios sobre la utilización de pasaportes médicos digitales.

Todos coinciden en que el turismo debe reabrir con la menor cantidad de riesgo a la salud de los viajeros y empleados de la actividad y sea cual sea el requerimiento que se adopte habrá personas que no quieran vacunarse o testearse y optaran por viajar o no.

Así como para viajar a determinados destinos de Sudamérica o África, requiere de la aplicación de la vacuna contra la fiebre amarilla, la de la Covid o los controles de pasaportes de salud serán indispensables para entrar a un All Inclusive, los parques temáticos, o tomar un crucero.

Mientras esperamos que las vacunas estén disponibles masivamente, las pruebas serán un elemento importante en la reapertura de los viajes. Sin embargo, es casi seguro que algunos productos o destinos requerirán que sus visitantes tengan aplicada la vacuna para la COVID-19.

Fuente: www.reportnews.la